miércoles, 29 de octubre de 2014

UNA SOCIEDAD VIGILADA

A lo largo de los últimos meses, hemos descubierto el verdadero alcance de la vigilancia masiva a la cual todos los ciudadanos estamos expuestos. El pilar de la democracia es el respeto a la integridad del individuo. Este derecho esencial ha quedado reducido a la nada por el abuso del desarrollo tecnológico por parte de Estados y de empresas para la vigilancia masiva a los ciudadanos. Una sociedad bajo vigilancia permanente no es una democracia.
En Europa tenemos órganos de control ejemplares, toda una serie de instituciones que intentan imponer los derechos fundamentales contra estos poderes superiores, entre las que se cuentan el Tribunal Europeo de Justicia, las agencias de protección de los datos personales o los Parlamentos.
En ambos casos se habla sobre el derecho de protección de datos y la libertad. Hoy día vivimos en una sociedad que tiene una continua vigilancia en muchos aspectos como en la tecnologia a través de las redes sociales en la que ya no existe la privacidad.

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